Como podéis comprobar me he acordado de vosotros/as incluso en vacaciones.
Con este blog pretendo acercarme a vosotros en cualquier momento y a cualquier hora y por supuesto siempre que os surjan dudas o queráis algún consejo para vuestros estudios musicales ya sea en el cole, en escuelas de música o incluso en el conservatorio.
Tendréis opción a un montón de actividades, siempre divertidas, de todo tipo y para todas las edades, eso si, siempre relacionadas con el maravilloso mundo de la música. También podréis ver algún vídeo de actuaciones que hemos realizado durante el curso escolar así como galerías de fotos de conciertos, de exposiciones de instrumentos, etc.
Dentro del foro del blog podréis comentar noticias que os interesen o subirlas de alguna página para que todos nos enteremos de algún acontecimiento musical. Igualmente si se quieren hacer comentarios, siempre educados, de lo que hemos hecho en clase o de algún evento.
¡Ánimo y que empiece la gran aventura musical!
LOS BENEFICIOS DE LA MÚSICA PARA LOS NIÑOS.
La música tiene el don de acercar a las personas. El niño que vive en contacto con la música aprende a convivir de mejor manera con otros niños, estableciendo una comunicación más armoniosa. A esta edad la música les encanta. Les da seguridad emocional, confianza, porque se sienten comprendidos al compartir canciones, e inmersos en un clima de ayuda, colaboración y respeto mutuo.
La etapa de la alfabetización del niño se ve mas estimulada con la música. A través de las canciones infantiles, en las que las sílabas son rimadas y repetitivas, y acompañadas de gestos que se hacen al cantar, el niño mejora su forma de hablar y de entender el significado de cada palabra. Y así, se alfabetizará de una forma más rápida. La música también es beneficiosa para el niño cuanto al poder de concentración, además de mejorar su capacidad de aprendizaje en matemáticas. La música es pura matemática. Además, facilita a los niños el aprendizaje de otros idiomas, potenciando su memoria.
Con la música, la expresión corporal del niño se ve mas estimulada. Utilizan nuevos recursos al adaptar su movimiento corporal a los ritmos de diferentes obras, contribuyendo de esta forma a la potenciación del control rítmico de su cuerpo. A través de la música, el niño puede mejorar su coordinación y combinar una serie de conductas. Túmbale boca arriba y muéveselos para que pueda bailar mientras que tú le cantas. Le puedes cargar y abrazar en tu regazo entonando otros ritmos infantiles.
Una docena de razones por las que los niños deberían estudiar música.
Puede parecer que el momento idóneo de plantearse las actividades extraescolares de los más pequeños sea poco antes del inicio de curso pero, aunque las comienzan a mediados de Septiembre, es por estas fechas que nos encontramos cuando suelen abrirse los períodos de matriculación para muchas de ellas.
Entre las actividades más clásicas destaca, además de los deportes, la música. Generaciones de niños han pasado por escuelas de música y conservatorios para ocupar sus tardes aprendiendo a tocar un instrumento. Se trata de una actividad que compagina su vertiente más lúdica con unos estudios paralelos a la tarea escolar, que generalmente se añaden a los deberes ordinarios, por lo que requiere de grandes dosis de motivación (de los niños que deben aplicarse a ello y de los padres y madres que han de apoyarles). Esta carga extra puede provocar reticencia y rechazo tanto de unos como de otros.
Pero las ventajas de emprender estudios musicales son muchas más que los inconvenientes. Aquí os dejamos una docena para aquellos que estéis indecisos o simplemente no os lo habiais planteado:
1. Desarrollo de la psicomotricidad
Para tocar un instrumento lo primero es conseguir que suene ya sea soplando, frotando un arco, pulsando una tecla o rasgando una cuerda. Una vez conseguido esto, el siguiente paso es dar “forma” al sonido y tocar notas concretas accionando los mecanismos necesarios. Todo ello mientras se lee la partitura. Un ejercicio de psicomotricidad de lo más completo.
2. Competencias en idiomas
Esa partitura de la que acabamos de hablar contiene instrucciones precisas sobre el ritmo, la altura, la duración, la velocidad, el carácter y la técnica precisa para tocar las notas; expresadas solamente con lineas, puntos, y algún que otro símbolo. Es como aprender a leer otro alfabeto, de la misma manera que si aprendemos ruso, griego o mandarín. Pero vamos más allá: la música tiene frases, sintagmas (semifrases) y palabras (motivos) que dan sentido al discurso musical, un auténtico sistema sintáctico que da coherencia a la música. Mientras aprenden música mejorarán su aprendizaje en conceptos propios de las lenguas y las competencias necesarias para aprehenderlas.
3. Pensamiento lógico
Especialmente en los primeros cursos -en los que se asimilan e interiorizan los conceptos básicos de la música-, las matemáticas y la lógica son fundamentales para comprender e interpretar el ritmo. Por eso, estudiar música desarrolla el razonamiento lógico-matemático y estructura los mapas mentales.
4. Pensamiento múltiple
Además de la psicomotricidad que mencionábamos para tocar el instrumento, hay que tener en cuenta que las notas deben sonar con la duración, afinación, intensidad, ritmo e intención que se nos pide en la partitura. O que nos pide el director. O nuestro compañero de atril. O todos a la vez.
5. Sensibilidad artística
Por encima de cualquier requerimiento técnico la música es un arte. Siendo así, tocar un instrumento desarrolla la creatividad a través de la experimentación, canaliza la exteriorización de los sentimientos y fomenta el desarrollo del criterio artístico.
6. Capacidad de autoescucha y reflexión
Es evidente que para dominar un instrumento hay que escuchar lo que se está tocando, analizarlo y corregir lo que sea necesario. Con el tiempo, el hábito de escucharse a uno mismo va más allá del instrumento y con ello el análisis y la reflexión de lo que nos decimos a nosotros mismos.
7. Empatía y habilidades sociales
Además de escucharse a sí mismo, para poder tocar en grupo es imprescindible escuchar a los demás, por lo que se desarrolla la empatía. Si el grupo es grande, como una banda o una orquesta, también se desarrollan las habilidades sociales necesarias para relacionarse con los demás miembros.
8. Educación en valores
Tocar con solvencia un instrumento no es fácil ni rápido. Requiere trabajo constante, esfuerzo y perseverancia; unos valores que la inmediatez de nuestro acelerado mundo parecen haber olvidado. Al mismo tiempo, tocando en público deberán superar sus miedos.
9. Autoestima
Los pequeños avances que día a día experimentará serán una fuente de satisfacción que gratificarán todo el esfuerzo invertido. A medio plazo el control sobre el instrumento será mayor, con lo que también crecerá la motivación y el perfeccionismo; al cabo de los años podrá mirar atrás y ver que ha merecido la pena y todo ha sido posible gracias a sí mismo.
10. Serán más responsables y cuidadosos
A excepción de los instrumentos más grandes (piano, órgano, clave, arpa, percusión, contrabajo…), cada estudiante utiliza su propio instrumento, tanto en el estudio personal como en clase. Los instrumentos musicales son delicados y por tanto requieren cierto cuidado en su manipulación y mantenimiento; en otras palabras: un instrumento necesita que seamos responsables y cuidadosos con él.
11. La casa será más alegre
Vale, un estudiante repitiendo hasta la saciedad la misma pieza (que encima suena desafinada) puede llegar a cansar, pero hay que reconocer que siempre da alegría a la casa (o al bloque de pisos, o a la calle entera…).
12. Queda muy bien en las celebraciones familiares
La escena de los más pequeños amenizando la velada con sus instrumentos es un clásico. Ellos contentos de demostrar lo que son capaces de hacer y los mayores babeando de verlo. Entrañable.
En definitiva, estudiar música es un ejercicio de los más completo, que ayuda a los más pequeños a desarrollar sus capacidades intelectuales, sociales y personales mientras se divierten. ¿Qué más se puede pedir?
Infografía: Beneficios de la música para tu salud
Como ya hemos subrayado antes en Pearson yRed Música Maestro, la música aporta muy diversos tipos de beneficios, como la capacidad de reducir el estrés, mejorar el ánimo o incluso afectar de forma positiva a plantas y animales.
Hoy presentamos la infografía “Música para tu Salud” realizada por la Fundación Social Musik, entre cuyos principales objetivos está la difusión y divulgación de la música y sus valores. La infografía repasa algunos de los muchos beneficios que puede aportar la música a tu salud como apoyo a la iniciativa Músicos por la Salud, un proyecto para humanizar la experiencia hospitalaria mediante el voluntariado de cientos de músicos y la realización de microconciertos que se desarrollarán en entornos sociosanitarios de España.
Beneficios de la música para tu salud
Favorece el aprendizaje: Enriquece los procesos sensoriales y cognitivos del cerebro, mejorando la capacidad de procesar y retener información.
Reduce el dolor: Mediante la secreción de endorfinas que actúan como analgésicos naturales. ¡Escuchar música a diario puede reducir el dolor crónico en un 21%!
Disminuye el estrés: Reduciendo el estrés mejorarás todos los problemas y enfermedades que causa, como enfermedades cardíacas, dolores de cabeza, obesidad o envejecimiento.
Estimula el cerebro: Al escuchar música se estimulan las ondas cerebrales, lo que permite una mayor concentración y un pensamiento más alerta.
Aumenta el rendimiento en el ejercicio: Desvía la atención de los ejercicios repetitivos, por lo tanto evades la sensación de cansancio y aburrimiento.
Sueño reparador: La música en el sueño permite que tengas un sueño reparador, lo que causa una vida más saludable.
Reduce la presión: Escuchar música suave ayuda a reducir la frencuencia cardíaca y la presión arterial, beneficiando a las personas que sufren de presión alta.
Mejora la depresión: Te permite mantener un estado de ánimo más alegre alejar la depresión y ayudarte a recordar momentos felices.
IMPORTANCIA DE LA MÚSICA EN LA EDUCACIÓN
Con el fin de respetar el derecho de los alumnos a una educación integral, la Música debe ocupar un papel importante en la educación, dado que desarrolla unas capacidades altamente globalizadotas, tanto en el proceso cognitivo, como en la dimensión comunicativa y humana. Así lo consideran la Ley Orgánica 10/2002, de 23 de diciembre, de Calidad en la Educación (LOCE) y la Ley Orgánica 1/1990, de 3 de octubre, de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE).
Desde el punto de vista pedagógico, contribuye al desarrollo de capacidades del alumnado. Numerosos estudios llevados a cabo, demuestran que la Música desarrolla la atención, la concentración, la memoria, la tolerancia, el autocontrol, la sensibilidad; que favorece el aprendizaje de las lenguas, de las matemáticas, de la historia, de los valores estéticos y sociales; que contribuye al desarrollo intelectual, afectivo, interpersonal, psicomotor, físico y neurológico.
La clase de Música es un lugar inigualable para fomentar su creatividad y, al mismo tiempo, educar a niños y jóvenes como consumidores, haciendo que sean oyentes críticos, partiendo desde el respeto, pasando por el diálogo y llegando a la libertad. Los profesores de Música tenemos en nuestras manos la posibilidad de abrir a nuestros alumnos las puertas de la diversidad y la multiculturalidad.
Si, además, conseguimos recuperar algo de la tradición de la práctica musical que los medios han ido socavando, si les devolvemos su papel de “actores musicales”, capaces de expresarse mediante la música, el éxito será doble.
LA MÚSICA: ASIGNATURA PENDIENTE
LA MÚSICA: ASIGNATURA PENDIENTE
La importancia de la música en edades tempranas
La relación con la música en los niños.
Escuchar la música de un niño es estar en sintonía con sus sonidos, ritmos y melodías. Es compartir y disfrutar de una vivencia mutuamente gratificante; es dialogar y sobre todo darle un valor a esa experiencia padres-niño única e irrepetible para cada relación. El intercambio de una vivencia sonora entre padres y niño fortalece los vínculos en edades tempranas, y se configuran modos de relación que luego el niño utilizará para establecer nuevas y posteriores relaciones.
La música en un niño es un medio expresivo y de comunicación, pero más aún es una forma de vínculo con los otros. A través de ritmos y melodías los niños vivencian sensaciones y sentimientos que generan diferentes aprendizajes en continua relación e intercambio con el “mundo”, las personas y los objetos. Dar lugar a estas manifestaciones musicales–sonoras es dar lugar a que un niño pueda experimentar, explorar y conocer a través de iniciativas propias, nuevas experiencias que favorecen el aprendizaje basado en las emociones.
La música es un lenguaje. Una organización que introduce a los niños a los sonidos y significados de las palabras, y a su vez permite el desarrollo de la memoria. La música puede ser el motor para desempeñar habilidades motrices, intelectuales, sociales, y emocionales. Escuchar música adecuada a su edad, permite el descubrimiento de estructuras verbales que, a través de un juego espontáneo del niño en relación con lo que suena, puede ir explorando y consolidando la comunicación verbal y el lenguaje. A medida que un niño va creciendo, va dando lugar a otras estructuras musicales, es decir, pasa de estructuras sonoras simples a cada vez más complejas, lo cual va aumentando y enriqueciendo no sólo su búsqueda sino también que va acompañando los procesos del pensamiento y su creatividad.
Vale aquí una aclaración; la música en sí misma no le da un sentido al niño, sino que es a través del intercambio constante y vincular con los otros-padres, que un niño le da un valor específico. Es por lo tanto un lenguaje afectivo y vincular. Más aún en edades tempranas, donde se desarrolla toda la comunicación pre-verbal, es decir previa al lenguaje, representada en gestos, sonidos, miradas, risas, contacto corporal y visual, etc. donde prevalece la comunicación y las manifestaciones no verbales, sonoras y corporales. Estar atento a esos intercambios por parte de los padres es fundamental. Cuando un bebe o un niño pequeño realiza una acción que se traduce en intención de comunicar, poder devolverle una respuesta favorece a su expresividad y dará lugar a otras manifestaciones como la palabra y otras formas de expresión. La ausencia de respuestas reiteradas generará en el niño cansancio y falta de incentivos para volver a iniciar espontáneamente un círculo en la comunicación. Un ejemplo simple de cómo se conforma un círculo en la comunicación es el siguiente: un niño extiende su mano y la madre le responde mostrándole la suya, así sucesivamente permite el inicio de un juego e intercambio corporal que se va retroalimentando.
Por otro lado, la canción como expresión musical emitida por la madre cobra un valor fundante, esescuchar la voz de la madre, es ese movimiento que acaricia y envuelve, sostiene y además posibilita el encuentro. Cumple un papel importante a la hora de instalar rutinas como el levantarse y el acostarse, como el pasaje de diferentes momentos que se intentan instalar en la vida cotidiana (ir hacer las compras, guardar los juguetes, etc.). Es un vehículo a la exploración vocal, al uso de la imaginación y de la creatividad. A los niños les encanta inventar canciones, armar representaciones e intercambiar con los otros, favorece su sociabilización en los vínculos primarios, como posteriormente el intercambio con niños de su edad.
En síntesis, la música está en todas partes: en un gesto, un movimiento, una voz, una palabra. Es fundante en la experiencia temprana con niños ya que acompaña los procesos de crecimiento y da lugar a infinitas manifestaciones; vinculares y sociales emocionales y de aprendizaje.
Cualquier niño es capaz de hacer música. La capacidad para la música es en algunos casos innata pero también se puede desarrollar.
En este sentido nosotros tenemos un papel muy importante. Debemos ser un elemento motivador para nuestro hijo, haciéndole ver cómo es de agradable oír música, tocar un instrumento... Podemos escuchar una pieza de música clásica mientras explicamos un cuento inventado y utilizar el ritmo y el tono para presentar acciones o describir situaciones de la historia. También podemos incorporar letras nuevas inventadas por nosotros a canciones que él ya conozca con anterioridad o hacer que se las invente él; aunque las nuevas letras no tengan mucho sentido, seguro que serán divertidas. Cualquier momento es bueno para disfrutar de la música: la hora del baño, el viaje en coche por la mañana para ir al colegio, el momento de la cena…
En cuanto a instrumentos, es muy fácil y económico conseguir algunos sencillos (pandereta, triángulo, xilófono). Para el niño puede ser como un juguete más y a nosotros nos permitirá participar con él de algunas actividades musicales sencillas. Más adelante, si nuestro hijo muestra un interés real, podemos comprarle instrumentos más complejos (violín, piano, flauta) para empezar seriamente a estudiar música. Pensemos, no obstante, que a veces los niños se ilusionan con actividades que luego abandonan con facilidad. Los primeros instrumentos se pueden comprar de segunda mano o de menor calidad, para que no resulten tan caros. Una opción también económica es apuntarlo a una coral, orfeón o grupo de canto. Generalmente existen asociaciones que ofrecen estas actividades de forma gratuita y él puede compartir la música con otros niños de su edad.
Pero no olvidemos una cosa: quizá nuestro hijo no siente ninguna atracción por la música, aunque tenga aptitudes para ella. En ese caso, no debemos obligarle a estudiar música, sobre todo en horario extraescolar. Intentaremos que nuestro hijo escuche música de vez en cuando y en la escuela progrese adecuadamente en la materia realizando las actividades que el profesor de música exija, pero no le forzaremos más allá de esto. Intentemos transmitir ilusión e interés, y alegrémonos si la música es una de sus aficiones o materias favoritas, porque la música le ayudará e influirá enormemente en su desarrollo como persona.
Relación entre enseñanza de la música y formación en valores
La Música enriquece la formación integral del niño, no solo por su aspecto formativo sino también por su aporte en el sano desarrollo del individuo, de su personalidad. Según los resultados de un estudio realizado por Annely Séller en 1990, entre las ventajas más significativas de la música está el desarrollo del aspecto intelectual, socio afectivo, psicomotor, de crecimiento personal y formación de hábitos; definitivamente es una herramienta que ofrece muchos recursos y aplicaciones para la formación en valores en la educación básica.
En el aspecto intelectual, Séller considera que la música desarrolla una relación apropiada con el propio organismo (autoestima), permite la improvisación de respuestas creativas a situaciones imprevistas; favorece la atención,observación, concentración, memorización, experimentación, el conocimiento y percepción de conceptos globales como tiempo, espacio, y parciales como alto-bajo suave-fuerte, claro-oscuro, gordo-flaco, largo-corto, el lenguaje y desarrollo del cálculo, la agilidad mental y la creatividad, permite evaluar resultados mide capacidades, ayuda al conocimiento de sí mismo, enseña a pensar. En la formación en valores, la música sirve como indicador de las capacidades creativas del alumno y seguridad en sí mismo.
La música cumple una función muy importante en el desarrollo socio-efectivo del niño al enseñar a diferenciar roles y definir responsabilidades, lo capacita para una mayor y mejor participación en el aula, en la relación con los compañeros y hasta con los mismos adultos al compartir o interactuar con ellos a través de juegos y actividades musicales (canto y ejecución instrumental), dirigidas fundamentalmente a ejercitar destrezas.
El niño experimenta emociones y espontaneidad, así como también el crecimiento de sus sentimientos estéticos reforzados por los juegos con canciones que motivan al contacto físico (abrazos, roces de mano, caricias, etc.).
La música le produce placer y satisfacción al niño, despierta su observación y aceptación de todo cuanto lo rodea; le permite seguridad al desplazarse y ubicarse en el tiempo y en el espacio. Le facilita la integración grupal al compartir cantando y tocando los instrumentos con los compañeros, lo que refuerza, a su vez, la noción de trabajo cooperativo y otros indicadores de buena convivencia, como el respeto a la diversidad y el amor a sus semejantes.
El niño se sensibiliza ante el arte y la naturaleza, descubre un nuevo medio de expresión y comunicación, fortalece su autoestima, conoce y expresa sus capacidades, demuestra su perseverancia en el alcance de metas; se motiva a superar dificultades cuando, al participar en producciones artísticas, se esfuerza en aplicar correctamente los elementos básicos de la música.
La música “permite descargarse, relajarse, expresar sentimientos y canalizar sus energías de una manera apropiada”, le sirve como medio para expresar el respeto hacia vida de los demás y la suya. La música está entre las opciones a las que puede acceder el alumno ante actividades y consumo de sustancias que ponen en peligro su vida.
En el aspecto psicomotor, el estudio de Séller considera que la música condiciona el cuerpo, desarrolla la psicomotricidad fina y gruesa, la agilidad corporal y autonomía, y el combate o energía constructora, y en el aspecto relativo al crecimiento personal. La música desarrolla el sentido de la justicia, promueve la libertad, alivia el temor y la timidez, canaliza la agresión, desarrolla voluntad y autocontrol, enseña a delimitar libertades y a tomar decisiones, ofrece una visión del mundo y canaliza el logro de metas.
En cuanto a la adquisición y reforzamiento de hábitos, expone que la música enfrenta al individuo con sus propias habilidades y limitaciones, ofrece aprendizaje y cumplimiento de normas, enseña a respetar, a utilizar el tiempo permitiendo un uso constructivo del tiempo libre.
¿Para qué sirve la música?
¿Para qué sirve la música?
Para expresar, escuchar, callar, cambiar, ser diferentes, ser iguales, unir, fortalecer, armonizar, equilibrar, definir, ser únicos, convivir, reflexionar, divergir, coincidir, motivar, apoyar, alcanzar, volver a intentar, imaginar, inspirar, movilizar, trabajar en equipo, revolucionar, pacificar, construir, evolucionar, reír, llorar, sentir, soñar, cantar, bailar… Son muchas las razones y seguramente cada uno podríamos añadir muchísimas más.
Queda demostrado que esta pregunta daría lugar a multitud de respuestas,todas diferentes, pero estamos seguros que todas compartirían lo importante que resulta y cómo favorece a nuestro ánimo y a nuestro enriquecimiento, tanto en la vertiente personal como en el aspecto educativo. Una muestra de ello es este vídeo de Musinetwork School of Music, que resume de forma muy ilustrativa todo lo que nos puede aportar la música.
Y es que las cualidades educativas de la música abarcan todos los ámbitos como también subraya la profesora María Jesús Camino que demuestra como además de aprender historia, géneros musicales, a tocar instrumentos, conocer y analizar ritmos y melodías, fomentar la creatividad, abrir nuevas vías de expresión y contribuir al desarrollo de competencias básicas, también se aprende matemáticas, física, ciencia, lengua y literatura, geografía, historia, idiomas, educación plástica y física, tecnología, valores y destrezas y que comparte en esta presentación en SlideShare.
¿Qué aporta la educación musical?
Docentes e investigadores argumentan en contra de la reducción del horario de la asignatura de música en las aulas
¿Quién decide qué materia curricular es más importante que otra? Las administraciones educativas de nuestro país en sus nuevas ordenaciones curriculares han relegado el papel de las enseñanzas musicales en Primaria y ESO a un puesto secundario respecto a otras asignaturas. Sin embargo, las investigaciones y estudios sobre el papel de la educación musical en la formación integral de los estudiantes recalcan, entre otros aspectos, que estimula de forma positiva la inteligencia y mejora los resultados en otras áreas de conocimiento.
"A la mayoría de los alumnos les gusta la asignatura de música por encima de la media"
La educación musical reforzada estimula de forma positiva la inteligencia
La comunidad educativa reacciona al intento de degradar la Música en Primaria.
El Boletín Oficial del Estado (BOE) del 1 de marzo recogió uno de los últimos cambios de la polémica Ley de Educación del ministro José Ignacio Wert: el Real Decreto 126/2014, que desarrolla el Currículo Básico de la Eduación Primaria. Este texto explica, entre otros puntos, la nueva división de las asignaturas de Primaria en troncales, específicas y de libre configuración.
Hay un detalle de este cambio legal que inicialmente había pasado desapercibido y que en los últimos días ha levantado una enorme polvareda entre la comunidad educativa: la Música (integrada hasta ahora en la asignatura troncal de Educación artística: plástica y música) queda degradada a materia específica, en la nueva asignatura de Educación Artística.
Pero dentro de lo malo, eso no es lo peor. La nueva legislación establece también que esta asignatura será optativa, ya que dependerá de las comunidades autónomas y los centros educativos si se imparte Educación Artística o, por el contrario, Segunda Lengua Extranjera, Valores Sociales y Cívicos o Religión. Por tanto, la Música no sólo pierde rango (y, por tanto, horas lectivas), sino que podría desaparecer de las clases si así lo deciden las administraciones regionales o los colegios.
Las reacciones del colectivo educativo no se han hecho esperar, apoyadas por el altavoz que suponen las nuevas plataformas tecnológicas. Por ejemplo, en Change.orghan nacido varias peticiones exigiendo al Ministerio de Educación que dé marcha atrás en esta tentativa. La que más apoyos ha recibido hasta la fecha (más de 206.000) fue lanzada hace unos días por la profesora Cinta Domínguez.
En su solicitud, titulada “Devuelva la asignatura de música a la educación primaria”, esta maestra sevillana explica la importancia de la música, que “es cultura, ayuda a la estimulación de los niños, desarrolla la psicomotricidad, el pensamiento lógico, las competencias en idiomas, la sensibilidad artística, los valores y la autoestima, entre otros factores”. Además, Domínguez alerta de que los niños podrían acaban su escolarización obligatoria sin haber estudiado Música, “algo que no ocurre en prácticamente ningún país de la OCDE”.
En Red Música Maestro también se han reproducido estas mismas quejas. Por ejemplo, un profesor abrió un debate en el que plantea algunas de las consecuencias de la nueva norma. Por ejemplo, que la Música pase a ser considerada de rango inferior o que se deje a la voluntad de las comunidades autónomasel estudio de unas asignaturas no troncales frente a otras. Todo ello le lleva a afirmar: “Me parece que quieren echar a la Música de la escuela”… Y desgraciadamente, a nosotros también nos lo parece.
La música, una ayuda para aprender mejor
Cuantas más investigaciones interesadas en analizar la vinculación entre música y conocimiento se publican, más evidente resulta que los niños que escuchan canciones y aprenden a tocar instrumentos están más preparados para el aprendizajeque los que no lo hacen. Así lo certifican numerosos estudios científicos, de los que hoy nos hacemos eco.
Por ejemplo, la web TheGlobe and Mail ha repasado los seis principales efectos que la música tiene sobre el conocimiento. El primero es una evidente mejora de las habilidades motoras, lo que incluye la potenciación de ciertas funciones cerebrales como la memoria o el razonamiento abstracto. Incide en esta idea una investigación realizada por la organización PlosOne, que observó que los niños que contaban con una formación musical superior a tres años tenían una mayor capacidad de razonamiento y un vocabulario más amplio que sus compañeros no instruidos en música.
Haciéndose eco de distintos estudios, esta web también destaca la importancia de la música en habilidades como las matemáticas o la comprensión del lenguaje. Además, su listado de beneficios incluye un alto impacto del aprendizaje de los instrumentos musicales sobre el nivel de inteligencia de los jóvenes (con coeficientes algo más altos), y también sobre la creatividad, que se vería incrementada por la mayor comunicación generada entre los hemisferios cerebrales izquierdo (relacionado con la memoria) y derecho (que es el que reacciona ante los sonidos musicales). Esta conexión podría ser la razón por la que los antiguos griegos cantaban sus historias en lugar de contarlas, facilitando así el recuerdo por parte de sus paisanos.
Otros beneficios de la música para el aprendizaje
Pero los beneficios de estudiar música desde un punto de vista estrictamente científico no acaban aquí, ya que, según TheGlobe and Mail, también aumenta la confianza de los jóvenes, ayudándoles a expresarse en público más y mejor. Por todo ello, la web propone una serie de actividades cotidianas muy útiles para profesores y padres, como cantar cuentos, asociar las rutinas de los jóvenes a determinadas canciones y acostumbrarles a visitar tiendas de música o realizar excursiones musicales (por ejemplo, a un concierto en el Auditorio Nacional).
En todo caso, conviene recordar que no todos los sonidos musicales producen el mismo impacto en la audiencia. Tal y como indica un estudio de la Universidad de Helsinki, la música clásica podría considerarse como la joya de la corona del aprendizaje, fundamentalmente porque aumenta la actividad de los genes que participan en la secreción de dopamina. ¿Y eso qué es exactamente? Pues el principal responsable del aprendizaje, la memoria, la atención o el movimiento.
Según otros estudios, también resultan útiles para ayudarnos a aprender los ritmos barrocos o el jazz, porque, al igual que sucede con la música clásica, se trata decomposiciones que cuentan con un orden específico, formado por determinados patrones de ritmos y contrastes que, a su vez, incluyen repeticiones y algunos cambios. Al parecer, cuanto menor es el número de repeticiones, mayor es su impacto sobre el aprendizaje.
Por último, conviene destacar una investigación del portal Lifehacker que añade a todas las ventajas de la música clásica señaladas anteriormente una mejora en la atención visual de los niños. De este modo, la capacidad para aprender o memorizar nuevos contenidos es mucho mayor con un sonido musical de fondo que en los ambientes ruidosos (algo que ya sabíamos) o silenciosos (esto no lo teníamos tan claro). Por tanto, los profesores de todas las asignaturas (y aún más los de música) tal vez deberían plantearse dar sus clases con Mozart o Vivaldi sonando de fondo.